Cómo hacer el café perfecto en 5 pasos

El café es un placer sencillo y económico que solo requiere tener claras una serie de pautas para disfrutar de él. Una de las claves recomendada es no añadir azúcar al café, si el café es bueno, el azúcar no se necesita.

Son solo cinco los pasos que marcaran la diferencia: 

1. Olvidémonos de la mezcla 

Para obtener un resultado óptimo hay que usar café 100 % arábica. Es un tipo de café bajo en cafeína que tiene cierta acidez y deja un postgusto dulce. Al contrario de lo que ocurre con el café robusta, que es muy fuerte y amargo, el arábica es ideal para tomarlo solo, sin leche ni azúcar. 

2. Calienta el agua sin que llegue a hervir

Llenar el depósito de agua hasta la válvula y ponerlo al fuego sin el filtro y sin la mitad de arriba de la cafetera. Es decir, solo el deposito de agua. Apartar el depósito del fuego cuando el agua hierva, cuando empieza con un leve burbujeo.

3. El café debe ser en grano y hay que molerlo al momento

El café en grano conserva mucho mejor el sabor y el aroma. Para ello podemos utilizar un molinillo eléctrico. La textura que debe quedar en el café es muy similar a la de la arena de la playa. El café tiene que ser fino, pero con consistencia.

4. Hacer un agujero en medio cuando el café esté en el filtro

Ahora colocamos el filtro con el café y cerramos la cafetera. El agua ya está caliente, llenamos el filtro de café hasta el borde (sin prensarlo) y hacemos una agujero en el medio que coincida con el tubo de la cafetera italiana. De esta forma, el café sale antes y ayuda a que tenga más crema.

Una vez que el filtro y el café están en su sitio, se enrosca la parte de arriba, se deja la tapa abierta y se vuelve a poner la cafetera en el fuego. (la dejamos abierta porque el agua se calienta más lentamente y está en contacto más tiempo con el café mientras va subiendo). De esta manera el café tendrá más sabor. Cuando aparezcan los ruidos característicos de las cafeteras y el café empiece a salir (un minuto aproximadamente) se baja la tapa de la cafetera y se aparta del fuego.

5. Y por último, déjalo reposar

Antes de lanzarse a servir el café, párate durante un minuto y disfruta del aroma intenso del café. Pasado este tiempo, ha llegado el momento de disfrutar de esa taza de buen café que has preparado tú mismo (y en menos de seis minutos).